La noche de a poco se desviste
al paso inusitado de todo tu querer…
y el eco mil veces clandestino,
resuena sin sentido pasando por tu piel
Las perlas doradas de tu pecho…
como en un cofre abierto empiezan a caer,
teñidas de tímidas caricias…
que juegan con la vida cuando empieza a llover
Tus manos recogen el rocío…
que apenas diluido…te llegan a empapar…
los muslos tan fuertes y adheridos…
al cauce de mi nido que espera tu llegar!
Ay vida… me estás volviendo loca…
con toda esa ternura que juega con mi piel,
y el beso… tan tibio de tu boca…
que siempre me provoca sentirme tu mujer!
Eileen
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