He vuelto con mis ojos cansados
a encontrar el desvelo,
a ocultar una lágrima clara
como un rayo de luz
A romper con suspiros (silencios)
que parecen fantasmas,
y a morder con mis labios heridos
esta huella en mi piel
En las horas más largas y amargas
que destila la noche,
donde el tiempo parece una espada
con su cruel desnudez
He llegado mil veces cautiva
a estrellarme de nuevo,
como aquellas campanas que anuncian
otra vez al reloj
Bajo el eco mortal de tu partida
mis lágrimas heridas,
han hecho añicos mi guarida
allí donde mi vida soñaba con los dos
Y los caminos…desiertos de caricias…
en ciudades pobladas de un ayer,
me han llevado mi amor al desencanto
que lleva en este llanto la sombra de un querer
Después del preludio infinito
de aquel grito nocturno,
y después de que el viento ha gemido
con su fuerza mortal
Aquel beso que lleva silencio
(ha teñido iracundo)
estos versos que tallan de a golpe
toda mi desazón!
Eileen
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